¿Cómo direccionar a nuestros hijos por el camino de la sabiduría?

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Como padres, Dios nos dio la gran responsabilidad de pastorear nuestro hogar. El pastor tiene la tarea de:
Guiar, alimentar y proteger.

Cuando hablamos de guiar, nos referimos a la importancia de encaminar por un buen camino, de instruir en el camino de la sabiduría. Enseñar a nuestros hijos una de las mayores lecciones que podemos darles: el buen uso del tiempo.
El Salmo 90:12 dice:

“Enséñanos, Señor, a contar nuestros días para que traigamos al corazón sabiduría.”

El recurso más valioso que todo ser humano tiene es su tiempo. Nunca podremos recuperar el tiempo perdido. Cada día, Dios nos regala 24 horas para que las usemos de la mejor manera.

La Biblia también nos advierte que uno de los peligros de los últimos tiempos es el mal uso del tiempo:

“Mirad, pues, con diligencia cómo andáis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Efesios 5:15-16)

Lo opuesto a la diligencia es la ociosidad o la pereza, algo que hoy en día la sociedad ha normalizado. Las personas pueden perder fácilmente varias horas al día.

El promedio de tiempo que un adolescente pasa frente a una pantalla hoy está entre 4.8 y 5.5 horas diarias solo en redes sociales (sin incluir mensajes o videojuegos). Es triste ver cómo miles de jóvenes literalmente están perdiendo su vida frente a una pantalla. Algunos llegan a pasar hasta 8 o 9 horas diarias desperdiciando el tiempo.

Una de las maneras más efectivas de guiar a nuestros hijos es provocarlos a hacer cosas que los edifiquen. Y la manera más poderosa de lograrlo es con el ejemplo.
Algo que puedes hacer para guiar es establecer una rutina personal como mamá.

Esta mañana me pasó algo muy lindo: estaba en mi tiempo de oración en mi cuarto, y mi hija de 6 años, que estaba despertando, me escuchó orar. Cuando terminé, me dijo con una sonrisa: “Mamá, yo también estaba orando.”
Es claro: lo que se respira en casa es lo que nuestros hijos reciben.

Si tus hijos ven en ti una persona disciplinada en el uso de la tecnología, ellos naturalmente adoptarán ese hábito. Si te ven elegir agua en lugar de gaseosa, eso también será normal para ellos.

Por eso, el primer paso es que establezcas una rutina personal con lo que te gustaría hacer cada día, aplicando este principio para usar bien tu tiempo.

En mi caso, mi rutina diaria incluye:

• Leer la Biblia

• Orar

• Tener tiempo en familia en la mesa

• Leer libros de interés

• Escribir o crear

• Compartir con mi esposo o mis hijos

• Hacer ejercicio (al menos 4 veces por semana)

Esta rutina no necesariamente la hago seguida, sino que divido mis metas en distintos momentos del día. Esta constancia será un gran ejemplo para tus hijos. Si quieres que ellos no pierdan tiempo en redes, tú como mamá debes decidir no perderlo tampoco. En mi caso, mi uso personal de redes no supera los 20 minutos por semana.

Después de establecer tu propia rutina, podrás ayudar a tus hijos a crear la suya, con actividades que consideres importantes para su crecimiento integral.

En nuestra casa, junto con mi esposo, procuramos que cada día nuestros hijos:

• Lean (o que nosotros les leamos). Hay muchos libros hermosos para disfrutar en familia.

• Escriban, ya sea practicando su escritura o sobre lo que están aprendiendo.

• Creen (con legos, arte, música, pintura…). Procuramos que no sean consumidores pasivos, sino creadores activos que desarrollen los dones y talentos que Dios les ha dado.

• Tengan tiempo libre. Muchos estudios resaltan la importancia del juego, del contacto con la naturaleza, de correr, explorar, disfrutar.

• Se sienten en familia a la mesa. En las noches, solemos tener un tiempo de devocional familiar: damos gracias, aprendemos una verdad bíblica (en 10 minutos o menos), aplicamos lo aprendido y terminamos orando o cantando juntos.

Así, como padres, enseñamos a nuestros hijos a contar sus días, a entender que su tiempo es valioso y que cada día cuenta. Nuestra tarea es velar por que aprendan desde temprana edad a usar bien su tiempo.
En esto consiste direccionar a nuestros hijos por el camino de la sabiduría.

Con amor,

Manuela Harding

@manuela18

Manuela Harding, profundamente apasionada por la Palabra de Dios y su poder para transformar vidas. Es una dedicada esposa y madre. Actualmente, junto con su esposo, educan a sus hijos en casa  y pastorean una iglesia local en Chía, Colombia. Manuela es la fundadora de Hero Moms y Pequeños Héroes, también tiene un título profesional en Ministerio Cristiano de la Universidad Regent, junto a una Maestría en Teología Práctica de la Universidad Oral Roberts.