Orando 3 Juan 2 sobre mis hijos

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“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”

3 Juan 2

Este es un pasaje hermoso: un padre espiritual desatando una bendición sobre sus hijos espirituales. Esta oración nace de un amor genuino hacia aquel que Dios te confió. Alguien dijo que el verdadero amor o compasión se manifiesta en mi intercesión por otros. El verso anterior confirma esto: “El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.”

Creo firmemente en el poder de la oración, especialmente en la oración de una madre. La oración de una madre blinda del mal, desata ángeles de protección y es fundamental ejercerla a diario por nuestras generaciones.

Lo segundo que dice es: “Deseo que seas PROSPERADO en todas las cosas.” Esa palabra literalmente quiere decir: “anhelo que seas dirigido en un buen camino.” Así que, la prosperidad en la Biblia no se limita a los bienes materiales. Porque, ¿cuántos ricos hay en el mundo cuyas vidas están totalmente vacías y miserables? La prosperidad en la Biblia, en sí, es esta: anhelo que encuentres EL ÚNICO camino que te llevará a la vida eterna y que nunca te apartes de él (Juan 6:14).

En este tiempo he estado estudiando con mis hijas el libro Little Pilgrim’s Journey, basado en el clásico de John Bunyan, y la esencia del libro es esta: suceden muchas cosas que intentan desviar a Cristián (el personaje principal) del camino angosto, pero él logra llegar hasta el final y recibir su corona celestial. Esto es prosperidad. En otras palabras: “Amado, anhelo que llegues hasta el final de tu vida de fe y que cumplas la perfecta voluntad de Dios aquí en la tierra.”

Tercero: “y que tengas salud.” Debemos también orar y bendecir para que nuestros hijos crezcan en salud, que Dios los proteja de todo mal y de toda enfermedad. A los 10 años experimenté esto: un diagnóstico de artritis juvenil vino sobre mí, pero gloria a Dios por un padre que ejerció su sacerdocio en casa, oró por mí, reprendió la enfermedad, y ahí mismo, en ese hospital, quedé totalmente sana.

Por último, dice: “Así como prospera tu alma.” El alma habla de las emociones. Dios quiere que también cubramos esa área en la vida de nuestros hijos.

Ora específicamente:

• Para que tus hijos tengan amistades sanas.

• Renuncia a todo lo tóxico: evita compararlos con otros, menospreciarlos o irrespetarlos.

• Para que Dios los guarde de toda contaminación (películas de terror o contenido explícito que dañe su alma).

• Para que sean niños seguros, porque conocen la paternidad de Dios.

Con amor,

Manuela Harding

@manuela18

Manuela Harding, profundamente apasionada por la Palabra de Dios y su poder para transformar vidas. Es una dedicada esposa y madre. Actualmente, junto con su esposo, educan a sus hijos en casa  y pastorean una iglesia local en Chía, Colombia. Manuela es la fundadora de Hero Moms y Pequeños Héroes, también tiene un título profesional en Ministerio Cristiano de la Universidad Regent, junto a una Maestría en Teología Práctica de la Universidad Oral Roberts.